En Colombia se vienen gestando iniciativas que, basadas en el trabajo colaborativo, los datos y el intercambio de experiencias, aceleran la economía circular. Ese es el caso del Pacto por los Plásticos Colombia, una plataforma coordinada por Cempre, con el apoyo de la organización británica WRAP (socio clave de la Fundación Ellen MacArthur), que busca aumentar el aprovechamiento de los envases y empaques plásticos en el mercado con visión a 2030, al pasar del 32 % al 50 %; e incrementar la reincorporación de material reciclado en productos similares (de 3 % a 30 %).
Esta plataforma propende, además, por la eliminación de todos los plásticos problemáticos e innecesarios y la fabricación del 100 % de los envases y embalajes plásticos puestos en el mercado con la garantía de que estos sean completamente reusables, reciclables o compostables.
Para conocer más sobre la forma en que se ha implementado este modelo de circularidad en el mundo, Cempre habló con Carolina Fernández, International Partnerships Manager de WRAP, quien visitó Colombia en la semana del 21 al 25 de noviembre y conoció las iniciativas y proyectos que están acelerando la transición hacia la economía circular en el país e impulsando el mejoramiento de la calidad de vida de la población recicladora.
- Cempre, con el apoyo de WRAP, está coordinando el Pacto por los Plásticos en Colombia, cuyas metas ya están establecidas. ¿Cómo percibe este proceso de estructuración y cuáles cree que son los principales ejes que se deben consolidar para lograrlo?
El proceso que Cempre ha llevado a cabo con el comité consultivo ha sido muy positivo. Desde WRAP agradecemos muchísimo a todas las organizaciones que han estado implicadas. El compromiso que han demostrado ha sido bastante efectivo y se han logrado los objetivos que se fijaron para lo que tenía que se tenía que conseguir, que era ayudar a formar la propuesta de valor de esta plataforma colaborativa.
Yo creo que el pacto fija sus ejes con las metas. Se tendrán que definir cuáles son los grupos de trabajo y cuáles son las prioridades para Colombia. Hay pactos que empiezan por cosas que puedan demostrar éxito rápidamente para que las empresas se animen, pero también tenemos prioridades que pueden ayudar en otros temas que son más complejos como la responsabilidad extendida del productor. La primera fase de implementación será la hoja de ruta, y ahí es donde vamos a definir las acciones que tienen que implementarse para el logro de cada una de las metas con visión a 2030.
- ¿Qué ventajas tiene para el Pacto por los plásticos en Colombia el apoyo de WRAP en su implementación y fase de operación posterior?
En WRAP contamos con toda la experiencia para implementar el pacto en Colombia bajo la coordinación de Cempre. Nosotros desarrollamos el modelo de pactos por los plásticos en conjunto con la Fundación Ellen MacArthur, lo hemos implementado alrededor del mundo proporcionando apoyo técnico, y el primero fue en Reino Unido, en 2018 con el cual se han logrado importantes avances. Adicionalmente, es importante saber que este modelo no es nuevo para WRAP quien viene haciendo desde mucho antes pactos por la comida (“Courtauld Commitment” fue el primero).
Ahora, traemos este conocimiento para ponerlo al servicio de Colombia y también traemos una red global con la que estamos intentando acelerar la acción de los pactos, es decir, poniendo más esfuerzo en el logro de las metas mediante la interacción regular entre los pactos de los otros países y regiones.
- ¿Cuáles son las principales tendencias tecnológicas y de innovación que están contribuyendo a acelerar la economía circular en las empresas a nivel global?
Las tendencias tecnológicas y de innovación son muchas. WRAP también trabaja mucho en textiles y alimentos. Sin duda, es fundamental trabajar en innovación y, sobre todo, en promoverla. Aún no tenemos todas las soluciones, pero tenemos los recursos para trabajarla y fomentarla.
Por ejemplo, en Reino Unido hicimos recientemente una competencia con fondos de la organización UK Research and Innovation, que también financia el pacto en Colombia. Lo que hicimos fue pedirles a las empresas que nos trajeran soluciones innovadoras para los pactos de los plásticos en India, Kenia, Chile y Sudáfrica, entre otros países. Recibimos muchas propuestas y al final ganaron algunas entre las que se encuentra una que vamos a implementar en Chile, relacionada con innovación en temas de packaging de flexibles. Esta empresa trabaja en buscar soluciones para los sachets por medio de empaques hechos con algas que desaparecen, no necesitan ningún proceso e incluso se pueden comer.
En temas de textiles lo que se necesita es fomentar la innovación, sobre todo en materia de ecodiseño y nuevos materiales que nos ayuden a conducir la circularidad.
- ¿Cuál es su invitación para las empresas de Colombia vinculadas a la cadena de valor del plástico?
El pacto de los plásticos es un modelo que se ha probado y es bastante exitoso y efectivo. Por ejemplo, en Reino Unido se tienen unas metas que van perfectamente en camino de cumplirse. Hay muchos retos en cadena de valor, pero con el pacto es mucho más fácil actuar y conseguirlos.
Esta plataforma proporciona un marco de trabajo para las empresas en temas como el Tratado Global de los Plásticos, que se está discutiendo en Uruguay. Los pactos ayudan a cumplir con esos compromisos globales y también con la normatividad de la responsabilidad extendida del productor y las legislaciones de plásticos de un solo uso, entre otros temas,
Mi invitación es a que se unan porque solos no podemos solucionar estos retos; juntos podemos conseguir muchas cosas.